Viviana Huízar
Infinito es el arte de no desechar
¿Crees que se pueden vivir varias vidas en una misma? Si ves una foto tuya de hace 10 años ¿crees que eres esa misma persona? Seguramente la reconoces, algunos recuerdos te vendrán a la mente y quizás acompañados de punzadas alegres o tenebrosas que divagan en el cuerpo a consecuencia del recuerdo. En esencia, seguro que eres ése algo sublime que logra permanecer intacto pese a la serie de vivencias que hoy has recopilado, pero el cambio es la única constante en este mundo, y transformarnos es de lo mejor que nos puede acontecer. Algo similar puede pasar con el diseño.
Una de las cosas más increíbles de esta vida es la volatilidad. La posibilidad de redefinirnos día con día, la belleza de recrearnos, reinventarnos y de verter desde la entraña aquello que la habita y no sabemos describir a fin de crear algo tangible, algo que el resto del mundo pueda ver: algo material. Pero ¿realmente entendemos la consecuencia de lo que creamos?
Vivimos en un mundo de inmediatos, en donde tenemos, quizás incluso demasiado, al alcance de nuestras manos. Y cuando aún no existe lo que buscamos, nos sentimos con la libertad de crearlo. Nos renovamos si queremos, damos like a lo que nos provocó, swipeamos como sinónimo de indiferencia o todo lo contrario, y sentimos a través de emojis. Interpretamos y navegamos en el infinito de lo que ya ha sido creado por otros. Ignoramos desde la indiferencia o luchamos contra lo que nos indigna, y con ello producimos. Pero, en nuestro interior y en el mundo real ¿qué estamos haciendo con lo que creemos que ya no nos sirve?
Para cuestionar hay que tener valor, al igual que para crear y diseñar. Artista es el que crea. Aquel que sin miedo de mostrarse ante el mundo construye algo tangible. Algo que provoca al tercero. Ser artista es ser capaz de materializar la imaginación. Si cada diseño o creación es una nueva oportunidad de expresión ¿por qué le damos sólo un chance a aquello que a nosotros nos da tantos?
Crisis climática. Crisis política. Crisis social. Crisis. Y ¿todo lo vivido es pasado? personalmente y como sociedad ¿todo lo recorrido merece quedarse atrás? Tratamos lo que ya se usó como basura sin darnos cuenta de que la basura puede ser magnífica. Pensamos en crear con propósito, pero si nosotros nos damos el lujo de vivir nuevas vidas ¿por qué no nos flexibilizamos para darle un nuevo propósito a lo que fue creado para servir a un fin diferente? No es reciclar. Es resucitar lo que se pensaba inerte.
Concentrémonos en crear y diseñar con propósito, reusando lo que hemos aprendido y reciclando lo que aún nos sirve. Quizás todo ya está dicho y no queda nada por inventar. Quizás no tenemos que decirlo de una nueva forma. Quizás “todo pensamiento es un sistema de citas”, como dice Borges. Quizás es preciso aprender a valorar lo que ya fue como algo eterno, como imborrable e infinito. ¿No te encanta la idea de crear algo infinito?